La carta en el expositor ya suena bien: „ Couscous marroquí con ternera campera & verduras con yogur de menta“, „Carpaccio de berenjenas con almendras & aceite de trufa“, o bien „Ensalada africana con boniato, piña & aguacate con una salsa de cacahuetes” y de postre una “Tarta de chocolate con dulce de leche” – se hace la boca agua!

Bajando los dos escalones ya se ve lo acogedor que es este lugar: colores alegres, muchos cojines, luz ténue y la musiquita de fondo muy agradable – es para quedarse.

La bodega es impresionante. No hay carta de vinos pero una estanteria donde están a la vista unas 120 referencias. Elegir es sufrir, eso sí tiene a su disposición personal muy competente.

En el 13% disfruta de una selección de vinos como en un restaurante de alta gama, acompañado de una variedad de tapas creativas y todo eso en un ambiente muy relajado.